Como casi todos los impresionistas, Renoir utilizó cochinilla.
En el retrato de la esposa de un rico coleccionista, vestida para ir al salón de baile, con pulseras de oro, plata y ámbar sobre unos guantes de piel de gamuza, decidió reanudar la fórmula del color del poder: el uso de cochinilla, en particular en el sillón rojo, para poner en evidencia a la Señora Clapisson. Sin embargo, gran parte de la grana, sobre todo en el fondo del cuadro se ha desteñido, como se puede apreciar en el video que se presenta y que muestra la reconstitución de los colores que tenia originalmente.